El piercing en la lengua puede aumentar las infecciones
Los piercing se encuentran a la orden del día y tiene una gran acogida entre los jóvenes. Normalmente en el momento en el que se realizan no se tienen muy en cuenta los riesgos que puede conllevar, pero la realidad es que los pendientes orales pueden acarrear graves consecuencias.
Los piercing que se colocan en la boca provocan numerosas lesiones bucodentales. En los primeros días la inflamación, las molestias, la infección y el sangrado son inevitables. Suele dificultar el habla y generar molestias a la hora de comer, incluso puede alterar el gusto de determinados alimentos o sabores.
Hay que señalar que cualquier perforación que se realice supone un riesgo de hemorragia, pero los pendientes linguales son uno de los más peligrosos ya que se trata de un órgano que contiene muchos vasos sanguíneos en su interior.
¿Cómo puede afectar un piercing a mis dientes?
Cuando se realiza una perforación en la lengua o en otra parte de la boca, aumentan los riesgos de dañar los dientes y las encías, pueden producirse roturas de las piezas dentales, lesiones en las encías e incluso movilidad de las piezas dentales.
Estos son los principales peligros potenciales del piercing en la lengua:
- Infección. Aunque no lo creas, en la boca hay millones de bacterias. Al hacer un agujero en la lengua, facilitamos a todas esas bacterias el camino para provocar una infección o inflamación. En caso de no tratarse correctamente podemos poner en peligro nuestra salud.
- Daño en dientes y encías. Es muy frecuente que tras colocar un piercing en la lengua, la gente termine mordiendo el pendiente o moviéndolo de lado a lado. Este juego puede provocar lesiones en las encías o causar recisión gingival, lo que puede provocar pérdida dental o movilidad de los dientes. Además, este hábito también puede provocar sensibilidad, grietas o roturas dentales.
- Reacciones alérgicas. Si sufres algún tipo de sensibilidad o hipersensibilidad a los metales puedes terminar desarrollando una reacción alérgica al piercing.
- Entumecimiento. En ocasiones, tras colocar el pendiente, algunas personas sienten un entumecimiento a causa del daño provocado en los nervios. Suele tratarse de una sintomatología temporal, pero en caso de que esta complicación se mantenga en el tiempo, debes acudir rápidamente al odontólogo para que pueda valorar la gravedad de los daños causados en los nervios.
- Aumento de la secreción salival. El piercing oral aumenta la secreción de saliva, inclusive puede provocar problemas en el habla y dificultades en la deglución de alimentos.
El material es importante
Si estás decidid@ a ponerte un piercing en la lengua u otra zona de la boca, toma medidas preventivas. Acude a un estudio certificado con los estándares de esterilización necesarios.
Una vez que tengas hecho el piercing, acude a tu clínica dental de confianza si notas cualquier problema, infección, inflamación, dolor o fiebre.
Algunos estudios han demostrado que los piercing metálicos causan más infecciones que los pendientes de plástico o teflón y los de acero inoxidable o titanio. Aunque estos también tienen graves consecuencias para la boca.
Las perforaciones metálicas de la lengua afectan gravemente a la salud porque la acumulación de bacterias es mayor. Los casos más graves pueden derivar en enfermedades como Hepatitis C, síndrome de shock tóxico o abscesos cerebrales.
Si tienes cualquier duda relacionada con el pendiente, coméntasela a tu dentista de Clínica Dental Óscar Badía para que te ayude a prevenir los peligros que pueda derivar de tu nuevo piercing.